jueves

:: Los Huerfanos de Burundi











Tiene 10.000 niños, pero se siente madre de más. "Todos los niños que necesitan amor son hijos míos", asegura, y no es sólo una forma de hablar. Desde 1993 se dedica a dar cobijo, educación y una formación laboral a huérfanos de Burundi, en su mayoría víctimas de la guerra de los Grandes Lagos, una labor por la que este año ha recibido el galardón conocido como Nobel de los Niños.Margueritte Barankitse, también conocida como "Maggie la loca", ha llegado al Forum 2004 convencida de que es posible "educar para la paz" en un entorno de violencia tan marcado como el de los países que rodean esta región de Africa. "Yo lo hago cada día, les enseño a mis niños que tienen los mismos derechos que cualquier otra persona a tener una vida digna y que han de luchar por ella", inculcándoles valores tan importantes como "el diálogo, la necesidad de la paz" y, lo que es más importante, "el perdón".Un perdón llevado al máximo extremo. "En Navidad, recorremos las casas para felicitar las fiestas y a muchos niños los hacemos pasar por las casas de aquellos que mataron a sus padres", explica orgullosa, puesto que está convencida de que "sólo olvidando y perdonando se puede vivir en paz con uno mismo y llegar a ser feliz". "Yo soy la prueba de ello", añade, y explica cómo fundó su primera casa, la Casa Shalom, para acoger a los dos hijos, ya huérfanos, del hombre que asesinó a su tía.Un perdón más importante si cabe en una región que hace poco más de 10 años fue sacudida por una de las más brutales masacres indiscriminadas de la historia: el genocidio de Ruanda (país fronterizo con Burundi y de su misma composición étnica), donde en menos de 100 días más de 800.000 personas, en su mayoría tutsis y también hutus moderados, fueron asesinados por una masa hutu enfurecida.De origen tutsi, Maggie aboga por evitar las generalizaciones y superar la "desconfianza que aún existe entre los miembros de estas dos etnias" en todos los países de la región. "Se cae en el error de pensar que todos los hutus son genocidas, y no es así, igual que no todos los alemanes son como Adolf Hitler. Para poder tener un futuro, como país y como continente, dependemos de nuestro corazón y de nuestra capacidad de perdonar"."Si pudiera abriría un centro en Irak"En sus once años de trabajo con los niños, Maggie ha conseguido levantar cuatro centros de acogida en distintos puntos de Burundi, donde ha dado cobijo a un total de 10.000 niños. "Y me queda mucho trabajo aún por hacer: existen 700.000 huérfanos en Burundi", afirma. Pero no se conforma con reducirse a un país, y de hecho ha recibido peticiones desde Sudán y Uganda, de niños que conocen su labor y le piden que instale una Casa Shalom en su país."Si por mí fuera instalaría un centro en cada país que lo necesita, empezando por Irak, si el señor Bush entrase en razón y me diera el dinero para edificarlo", se atreve a afirmar. Y es que las casas de Maggie no sólo acogen a huérfanos "sino a todo aquel que lo necesite". Por los cuatro centros de Burundi han pasado "madres con sus hijos, personas que viven con el VIH/sida, refugiados de guerra, fugitivos que huyen de la guerra o de alguien que los persigue para matarlos..."Bebés, niños, adolescentes y adultos, de multitud de religiones y etnias, conviven en los centros, reciben educación y aprenden un oficio para poder labrarse un futuro. Cinco psicólogos y varios asistentes sociales trabajan en los centros, donde los que no aprenden un oficio pueden elegir estudiar e ir a la Universidad. "Ya tenemos 25 niños universitarios", dice con orgullo. "Algunos aprenden a coser para vender ropa o zapatos, otros crean cooperativas agrarias o de comercio, otros son hoy conductores, peluqueras, e incluso enfermeras, médicos, economistas, asistentes sociales..."Toda una contribución al desarrollo de la que parece no percatarse el Gobierno de Burundi, "más interesado en gastar su presupuesto en armas que en nuestros centros, porque dice que nuestro trabajo no es una prioridad", se queja Margueritte Barankitse. Gracias a la aportación económica de divesas ONG, como la Cáritas de Alemania, además de Unicef y de gobiernos locales como el de Mérida, que ha donado 64.000 euros a Casa Shalom, el proyecto de "Maggie la loca" puede seguir caminando.

:: Africa Responde


El SIDA es la principal causa de muerte en África. Millones de niños y niñas en la región son huérfanos a causa del SIDA. Las míseras condiciones de vida de la población se presentan como el caldo de cultivo ideal para la expansión del VIH/SIDA. El hambre y la desnutrición, la falta de acceso a una atención sanitaria o servicios educativos adecuados, la imposibilidad de las mujeres para negarse a mantener relaciones sexuales sin protección, o la proliferación de huérfanos y niños, niñas y jóvenes sin hogar que se ven obligados a ejercer la prostitución para sobrevivir, son situaciones lamentablemente habituales en las zonas en las que se desarrollará AFRICA RESPONDE.

:: Los Huerfanos Chechenos


«Durante los últimos seis meses, cuando el enviado de la Agencia Judía, Aba Faiguin y su esposa Nadia me adoptaron y fueron para mí como un padre y una madre, comprendí que quería vivir en Israel». Estas fueron las primeras palabras de Natasha Suchkova al bajar del avión que la trajo del infierno de Chechenia a Israel, junto con sus 43 compañeros del orfanato de Grozny.