domingo

:: VICTIMAS DEL TERRORISMO


El ataque terrorista dejó a miles de chicos huérfanosEn los atentados a las Torres Gemelas y el Pentágono murieron más de seis mil personas. Muchas eran jóvenes con más de un hijo. Los familiares aún no saben cuándo ni cómo hablarles a los niños de la desaparición de sus padres.

Katelyn y Ashley Rowenhorst perdieron a su padre. (Archivo/AP)
El ataque terrorista perpetrado en los Estados Unidos el 11 de septiembre, que se presume costó la vida a más de seis mil personas, dejado un número aún mayor de niños huérfanos de padre o madre.
Aunque sin dar una cifra exacta, el diario The New York Times destaca que muchas de las personas muertas o dadas por desaparecidas eran jóvenes con más de un hijo.
Por ejemplo, muchos de los 350 bomberos que perecieron durante el rescate tenían cuatro y cinco hijos y uno de ellos hasta diez, según el alcalde de la ciudad, Rudoph Giuliani, quien afirmó que los niños serán una prioridad para la ciudad.
Sólo los 700 ejecutivos de la correduría de bolsa Cantor Fitzgerald, situada en las últimas plantas de las Torres Gemelas, todos ellos dados por desaparecidos, dejado 1.500 niños huérfanos de padre o madre.
El diario asegura que las comunidades locales se enfrentan ahora a la tarea de confortar y ocuparse de los niños que perdieron al padre o a la madre por el derrumbe de las Torres Gemelas, o porque viajaban en los aviones usados para perpetrar el ataque, o a los que trabajaban en el Pentágono, otro objetivo alcanzado por los terroristas.
"Incluso la gente que está acostumbrada a trabajar con niños que tuvieron alguna pérdida se preguntan cómo los pequeños van a entender lo que ocurrió", afirma uno de los expertos citados por el diario.
Mientras, los familiares luchan por encontrar el momento y la forma en que pueden decir a los niños que su padre o su madre no regresarán y cómo les van a explicar su ausencia, añade el diario. El artículo del rotativo agrega que la tarea se hace más difícil si se tienen en cuentan las "tendencias sociales" actuales que hacen que abunden "desde las parejas divorciadas a las madres solteras".















:: LOS PARIAS DE BAGDAD


Hamed alarga la mano roñosa y esconde la cara por debajo del pañuelo. Recorre auto por auto de los que se amontonan en forma totalmente desordenada en la rotonda de Ukba bin Nafie, en el centro de Bagdad. Pide "bakshish", una propina. Lo hace escondido detrás de un vestido color rosa con bordados en el pecho. Hamed tiene 12 años y se hace pasar por mujer para dar más lástima. En una sociedad donde ser mujer es tener una condición inferior con respecto al hombre, Hamed tomó la determinación de salir disfrazado con el vestido de una de sus hermanas para conseguir unas monedas que como varón le negarían muchos de los que se detienen en esa esquina.Conocía algunos casos en los que las chicas se hicieron pasar por varones para poder conseguir algún trabajo. La película iraní "Osama", que se estrenó en diciembre en Buenos Aires, retrataba a una de esas niñas sobreviviendo en Afganistán. Pero nunca me había encontrado con el ejemplo contrario. En el mundo machista de los árabes, son situaciones impensables."No tengo vergüenza porque cuando me voy de acá me saco toda esta ropa y nadie sabe qué es lo qué hice. Sólo saben que llego a casa con unos 3.000 dinares (dos dólares) por día y con eso comemos todos", explica Hamed mientras espera a que un policía pare el tráfico y pueda salir corriendo entre los autos.Hamed es un chico refugiado de la guerra. Su familia perdió la casa que tenían en la ciudad de Hilla, unos 100 kilómetros al sur de Bagdad, y se vinieron a la capital para buscar ayuda. El padre murió dos meses más tarde de las heridas que sufrió al caer una bomba estadounidense cerca del camión que manejaba. La madre con sus ocho hijos se fue a vivir a lo que fueron los cuarteles centrales de la Fuerza Aérea iraquí, una serie de edificios que tenían en la puerta una enorme estatua de un aviador pisando los restos auténticos de un avión estadounidense derribado durante la Guerra del Golfo en 1991.Ahora, sólo queda en pie la figura del aviador y los restos del aparato desaparecieron. Pero en el interior de este complejo sobreviven unos 3.000 refugiados que ocuparon las oficinas y las barracas de los soldados.Hamed sale de allí cada mañana con sus ropas de varón y con una bolsa con la falda de alguna de sus cuatro hermanas. Al llegar a la rotonda, unas diez cuadras más adelante, se esconde en una casa abandonada y sale transformado para conmover con su imagen de "huérfana". El truco funciona mientras permanece oculto bajo el pañuelo. Apenas habla o corre de un auto a otro, cualquiera se da cuenta del engaño.Es un chico como los cientos de miles que acá sufren de desnutrición. En el hospital de niños Ibn el-Beledi reciben decenas de casos de niños afectados con enfermedades sociales. "No hay cifras precisas, pero yo calculo que un 25% o 30% de los niños iraquíes sufren algún problema emanado de la desnutrición", dice Lutfia al Kalemi, una de las médicas del hospital. La desnutrición trae, a su vez, una enorme cantidad de enfermedades colaterales. Y la guerra males casi desconocidos en otras tierras. "Estamos encontrando en los niños una cantidad inusitada de cáncer, de deformaciones en el hígado, que nacen con malformaciones congénitas, y muchos casos con problemas psíquicos graves", señala la doctora Latfia antes de atender una emergencia.Hay informes de al menos dos orfelinatos que fueron evacuados por la guerra y que los niños quedaron tirados en la calle porque nadie se ocupó de conseguirles un nuevo refugio. Algunos fueron posteriormente reubicados en un campamento para refugiados que vinieron de Fallujah detrás del barrio de Karrada. Allí me encuentro con Nur, una chica de diez años que ahora sobrevive con una familia con otros tres hijos que la adoptó de hecho. "Al menos ahora estoy con Seima, que es mi nueva hermana y tengo algo para comer", cuenta Nur con enorme vergüenza y casi susurrando al oído del traductor. Dice que vio morir a mucha gente durante la guerra y que cuando escucha una explosión corre a esconderse detrás de una caja de cartón que por las noches le sirve de cama. Acá nadie tiene cifras precisas. No se hace un censo poblacional desde hace 20 años. La información entre un hospital y otro nunca se comparte. El Ministerio de Salud funciona apenas para conseguir medicinas y repartirlas más o menos equitativamente. Pero todos los testimonios indican que en Irak se está registrando una situación sanitaria gravísima que afecta, por sobre todo, a los niños.Hamed sale corriendo una vez más. Le tomo una foto y cuando la ve en la pantalla me dice que nunca se había visto con el vestido, que parece una de sus hermanas, pero que pronto ya no le servirá el disfraz. "Ya me empezaron a salir los bigotes", dice y se ríe mostrando unos dientes cariados.GUSTAVO SIERRA

:: LOS CHICOS HUERFANOS


Para chicos huérfanos
Algunos chicos acaban de llegar de la escuela y toman una humeante sopa de verduras en el comedor de Casa Vela, un hogar para niños huérfanos por el vih. En esa casa reciclada gracias al aporte de la comunidad en la maratón 2km por el sida –que organiza la Asociación Civil Alfonso Farías– los niños no descansan. Que clase de coreografía, de computación, de inglés, de plástica, de música, de apoyo escolar. El lugar funciona como un hogar de día y tiene capacidad para 40 chicos que viven en las casas de sus abuelas y tías, a quienes también brinda apoyo emocional.
Fabio Pirolo es un abogado de traje y corbata, que además de trabajar en lo suyo, milita por cambiar el mundo desde la ONG Alfonso Farías, la misma que ha colaborando con la puesta en marcha de la sala 29 del Muñiz. Pirolo explica que uno de los problemas de Casa Vela es que los beneficiarios que podrían acceder a ella no están enterados de que existe: “Es muy difícil conseguir que se enteren de que existe este hogar, por la marginalidad en que suelen vivir muchos de los chicos que viven con el virus. Lo que los atraviesa a todos, antes que el vih, es la pobreza”.
Casa Vela queda en Monteagudo 239, Ciudad de Bs. As. Teléfono 4911-6872